martes, 14 de agosto de 2012


   NO  PUEDE  SER  QUE  TODO  VALGA

        No, no se puede permitir que hechos como el ocurrido en un supermercado de Écija y protagonizado por el Sr. Sánchez Gordillo, parlamentario andaluz y alcalde de Marinaleda, queden sin respuesta por parte de la autoridad competente. Y es que si de verdad queremos diferenciarnos de las tantas veces criticadas repúblicas bananeras, no se puede permitir que cada uno campe a sus anchas. La condición de aforado no es, en ningún caso, un salvoconducto que sirva y se utilice para burlarse de la ley.

               Efectivamente, esa condición es el estado por el que uno/a y debido a su dignidad o rango, goza de algún fuero o privilegio en materia de jurisdicción. Y en el caso de los parlamentarios, estos son la inviolabilidad y la inmunidad. En el caso del primero, y según el Tribunal Supremo, éste es el que garantiza la irresponsabilidad jurídica de los parlamentarios por la opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones, entendiendo como tales, aquellas que se realizan en actos parlamentarios y en el seno de cualquiera de las actuaciones de las Cortes Generales. Y en cuanto al segundo, la inmunidad es el privilegio que les protege contra la privación de libertad, evitando así, que por determinadas manipulaciones, el parlamentario tenga que alterar su normal funcionamiento como tal.

              Por lo tanto, parece claro que esa condición  de aforado no cubre todas las actuaciones que el parlamentario pueda desarrollar como ciudadano. Las leyes se crean para cumplirlas y hacerlas cumplir, y nadie está por encima de ellas. Y eso quiere decir que de igual forma que un ciudadano cualquiera es sometido a juicio por lo que pudiese hacer en contra de las normas y leyes establecidas, los parlamentarios aforados también lo tienen que ser si se extralimitan y van más allá de lo que es su responsabilidad como tal.

               Realmente y pensándolo bien, la condición de aforado no tiene sentido en un país democrático. Si verdaderamente se parte del principio del respeto a los demás ¿Qué razón de ser tiene tal condición?. Es más, si tenemos en cuenta la Constitución, la condición de aforado debería de eliminarse en base al artículo 14 de la misma y que dice: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

               Sería bueno que ningún español se sintiese salvador de nada ni de nadie. España no necesita un Robín Hood, lo que necesita son españoles responsables que cumplan y hagan cumplir las leyes, que para eso están. Si las personas o familias que tienen dificultades, se tirasen a la calle por todos los pueblos de España para emular al Sr. Sánchez Gordillo en actos como el del supermercado de Écija, este país sería un infierno. ¿Es eso lo que queremos?.    

              

viernes, 10 de agosto de 2012


      EL  SENTIDO  COMÚN DE NUESTRA CLASE POLÍTICA

             Entre las muchas definiciones que hay sobre el sentido común, una de ellas, sobre todas las demás, parece como si fuese especialmente pensada para calificar a la clase política española actual. Y esa definición dice así : Sentido común es lo que describe las proposiciones que benefician a la mayoría de una sociedad. (familia, pueblo, comunidad autónoma, nación)

            Y en ese contexto y ya pensando en la situación que nos toca vivir en estos momentos, recuerdo con mucha frecuencia, quizá demasiada, lo que un buen amigo me suele decir, y que es : Que “ esto “ con Dios o sin Dios, no hay Dios que lo arregle. Y es que la verdad, es que nuestra clase política toma decisiones que, al menos en alguna que otra ocasión, lleva a pensar como si ellos realmente viviesen en otro mundo. O como si esto simple y llanamente no fuese con ellos.

          Que el IVA de las revistas se vaya  a mantener en el 4% y sin embargo se suba el de otras cosas que son de primera necesidad como las gafas graduadas, el recibo de la luz, el del gas, el material escolar…etc no es fácil de entender y por supuesto, mucho menos de asumir ¿Cómo es posible que una revista pornográfica, por ejemplo, o del mundo del motor, o del mundo del corazón, que más da, pueda estar menos gravada que todos esos artículos de primera necesidad antes mencionados? ¿Pero dónde está el sentido común de nuestros gobernantes?

          Que a los partidos políticos y a los sindicatos les recorten sus subvenciones no es suficiente. Es cierto que el recorte es una medida que  hay que valorar de manera positiva, pero es a todas luces insuficiente. Las subvenciones a este tipo de organizaciones hay que eliminarlas de forma total y absoluta. Esas entidades debieran de autofinanciarse con las cuotas de sus afiliados y los donativos de sus simpatizantes. Es decir, de igual forma que ellos mismos piden que se financie la iglesia católica. Y es que no es razonable eliminar servicios sociales o eliminar fármacos de los que se benefician, entre otras, las personas más desfavorecidas, y por otro lado, destinar millones y millones a pagar las gigantescas estructuras, en muchos casos, desproporcionadas, que tienen tanto unas como otras organizaciones. Si la sociedad se tiene que hacer un agujero más en el cinturón, ellos, que deben de ser ejemplo para esa sociedad, se lo tienen que hacer también.

 Y es que la actual España parece una mala, malísima, fotocopia de lo que debe de ser un país avanzado socialmente. Por un lado, los catalanes piden auxilio para poder seguir respirando, pero ojo, a sus “ embajadas “ que ni las toquen. Por otro, nos encontramos con unos valencianos totalmente ahogados, pero sin embargo, ellos siguen organizando grandes premios de Formula 1. Un poco más allá, nos topamos con una Comunidad de Madrid que a pesar de tener una deuda de sacar el hipo, continua peleando y peleando por la organización de unos Juegos Olímpicos. Y así podríamos, créanme, continuar poniendo ejemplos hasta llegar al aburrimiento o a la desesperación.

 Sin embargo, muchos de los errores que los políticos  cometen, no son por desconocimiento, no, son por intentar sacarle rentabilidad partidista a todo tipo de decisiones. Y en al caso concreto de los recortes que vivimos, por no tener la valentía suficiente como para asumir el coste electoral que sin duda, traería tomar las decisiones más razonables y cargadas de sentido común. En España todavía hay mucho, pero mucho, de donde sacar dinero sin tener que asfixiar a los mismos de siempre. Pero claro, hacerlo de otra manera, aún siendo más razonable, seria como echar piedras sobre el propio tejado de uno mismo. Y hasta ahí podríamos llegar. Y claro, de ahí esa incomprensión y esa extraordinaria y frontal oposición que presenta toda la sociedad española a todo lo que está haciendo el gobierno.

          Aunque si hablamos de sentido común, una de las cuestiones que más puede ayudar a comprender como somos y como nos comportamos, es la postura adoptada por todos los partidos políticos con el Rey cuando éste decidió pasar unos días de vacaciones en Wotswana ignorando el mal momento por el que pasaba España. Y efectivamente, el Rey no estuvo acertado, pero ¿Qué hicieron nuestros políticos, esos que tanto le criticaron, el año pasado durante todo el mes de Agosto? Y el país ya estaba supermal.

          Ahora y en este nuevo Agosto, en este país todo Dios cerró el chiringuito y se fue de vacaciones. Todos, unos más que otros, disfrutarán de unos días de descanso. Desde el Presidente del Gobierno hasta el último concejal del último pueblo de España. Y el país sigue pero que muy jodido. ¿O no? Entonces ¿Quién coño, en este país, está en condiciones de criticar las mini vacaciones del Rey? El Rey cometió un error, es verdad, pero ese no fue el disfrutar de unos días de vacaciones, si no  ausentarse del país sin decirle ni a cocoroco a donde se iba. Y nada más.

          Si el sentido común, la coherencia y la responsabilidad, son valores apreciables en todo tipo de personas, en aquellas que practican la política y que por medio de ésta, dirigen los destinos de la sociedad, estas cualidades tienen que ser inherentes. Ya veremos dentro de unos días tan solo, cuantos presidentes, ministros, diputados en Cortes Generales y autonómicas, diputados provinciales, alcaldes y concejales, Jueces y abogados del Estado….etc, responden al ejercicio de reflexión que sus declaraciones anteriores sobre el Rey y sus vacaciones realizaron y, por el estado en que se encuentra nuestro país, se quedan sin vacaciones.   

 

martes, 7 de agosto de 2012


               SI, PERO…..



          Si tuviésemos que asociar ésta frase con alguien, ¿Con quién la relacionaríamos? ¿Verdad que pensaríamos en la clase política? Y es que realmente, ese tipo de expresiones es algo muy suyo, es ciertamente, una de esas cuestiones que les caracteriza e identifica. Si, eso de dar la razón para a continuación pronunciar el clásico pero, es algo que todos ellos, los políticos, hacen con verdadera maestría. Como nadie.

          Todos ellos, hasta los de más alto nivel, dicen siempre estar sujetos a las decisiones del partido. Dicen que ellos son simples peones y que por lo tanto, todos sus movimientos van siempre en consonancia con las exigencias de la organización, aunque esto último, casi siempre lo suelen disfrazar con el llamado interés general. Y en ese contexto, todos dicen igualmente que hay que poner orden en la estructura del Estado. Todos asienten cuando de la sobredimensión de  las diferentes administraciones del Estado se habla. Todos ellos reconocen los excesos actuales en la burocracia, sin embargo, cuando se quiere hablar en serio del asunto  para subsanar esos excesos, curiosamente es cuando  comienzan a surgir todos esos peros. Los peros que ellos utilizan con suma destreza para, generalmente,  preservar sus propios intereses individuales.

          Hoy y de forma mayoritaria,  la sociedad española demanda la desaparición de las Diputaciones, la eliminación del Senado, la reducción del número de ayuntamientos, la rebaja en el número de diputados, tanto en los parlamentos autonómicos como en el central….etc, pero claro, con sus intereses hemos topado. ¿Y por qué? Pues porque en España tenemos un tipo de políticos que defienden o condenan en función de la situación en la que se encuentre su partido, o lo que es lo mismo, de cómo se encuentren ellos mismos. Lo que desde la oposición se critica hoy, mañana y ya en el poder, se justifica ¿O no es así?

          Desde hace algún tiempo se viene apuntando, a través de la fusión, a la eliminación de ayuntamientos como uno de los elementos básicos para el adelgazamiento de las estructuras administrativas del Estado, y ¿cuál fue, a día de hoy, la respuesta mayoritaria dada desde las instituciones municipales? Pues que antes de pensar en fusionar hay que pensar en mancomunar servicios. Que eso era ahora lo realmente más viable y recomendable. Y claro uno se pregunta ¿por qué es más viable y recomendable mancomunar servicios que fusionar? Con la fusión ya todo queda mancomunado. Pero ¿más viable y recomendable para quien, para los ciudadanos o para ellos, los políticos? Tengamos siempre presente que eso es lo que dicen los que hoy están gobernando en esas instituciones, pero sin duda, eso mismo será también lo que digan dentro de unos años quienes en ese momento sean los que estén gobernando.

          Muchas, muchísimas de las personas que están dedicadas a la política nunca hicieron nada fuera de ella. Unos porque no saben hacer otra cosa y otros, porque ya perdieron el hábito de trabajar y al mismo tiempo, adquirieron el de vivir muy cómodamente a cuenta de los demás.          Por lo tanto, no esperemos – en la mayoría de los casos – ni voluntad ni facilidades por parte de ellos para llevar al cabo esos cambios que sin duda ayudarían a mejorar la vida de todos los españoles.