miércoles, 28 de noviembre de 2012


   ÉRASE  UNA  VEZ  UN  DIQUE  FLOTANTE

 

          ¿ A qué le suena eso de, érase una vez ? ¿ Verdad que a cuento infantil ? Y es que lo del Dique Flotante, lamentablemente, es en lo que parece que va a terminar convirtiéndose. En un cuento.  Aunque en este caso, el cuento pueda terminar resultando mortal para el futuro de la reparación naval en nuestra Ría. Por la deriva que tomó este asunto, el Dique Flotante podría decirse que fue utilizado (como otras tantas cosas) solo y exclusivamente para salir de forma airosa de una determinada situación en un momento tan especial como lo pueden ser unas elecciones.

Y precisamente por eso y por como se encuentran las cosas a estas alturas y por la poca voluntad política demostrada hasta el momento por parte de quienes gobiernan para dar respuesta a esta reivindicación, el cuento muy bien podría empezar como : Había una vez una comarca, llamada Ferrolterra, que contaba con una industria naval y unos profesionales de la misma, que eran la envidia del sector y bla, bla, bla, bla.

Los políticos (en su inmensa mayoría) son personas que se comportan en función de la posición que ocupan en cada momento (gobierno u oposición), de tal forma, que igual que los podemos ver como unos extraordinarios  políticos reivindicativos, podemos verlos  como las personas más tolerantes y condescendientes que nos podamos imaginar, llegando incluso, a defender lo indefendible con tal de  garantizarse una determinada posición dentro del aparato. Y en ese contexto, recuérdese a quienes defendieron en esta comarca (y hay que ver de que manera lo hicieron) la política empleada con el astillero de Fene. La política desarrollada también con la antigua Bazán cuando a ésta le prohibieron construir buques civiles. Con los engaños continuados respecto a los innumerables planes que iban a desarrollar en esta comarca y que nunca llegaron a hacerse realidad. Con el fiasco que resultó el llamado Plan Ferrol, que no sirvió más que para que unos pocos se sirviesen del dinero de todos. O mismo como actualmente se calla ante el sangrante comportamiento que desde el gobierno se tiene con respecto al tren al Puerto Exterior. Y así hasta completar un largo etcétera de episodios que marcaron y marcan el futuro de esta comarca.

El Dique Flotante ahora, como en otros momentos el astillero de Fene, parece claro que se utilizó como caballo de batalla en la contienda electoral. Y quienes lo utilizaron, fueron los mismos de siempre. Unos, los que cuando estuvieron en el poder no hicieron nada y luego cuando dejaron de estar decían que iban hacer, y otros, los que no estaban y por eso exigían y ahora que están se desdicen y no hacen nada. El Dique Flotante es (junto con otras mejoras, como la cubrición del Dique grande de Astano) una demanda que se tiene que convertir en irrenunciable para la Ría de Ferrol.

Ferrolterra no puede continuar callada, no puede permitir que la clase política guarde silencio y se mantenga inactiva en este asunto. Es muy importante para nuestro futuro y por tanto es mucho lo que nos jugamos como para estar callados o permitir que quienes tienen que hablar no digan nada al respecto. Las sensaciones ya no fueron buenas cuando dijeron que se iba a constituir una Comisión para analizar su viabilidad. ¿No estaba acaso estudiada la viabilidad técnica y económica por parte de los ingenieros navales que hicieron el proyecto? Pues si solo faltaba la viabilidad jurídica, que la estudiase un equipo de la Xunta o del gobierno central. Por qué constituir una Comisión.

Y claro, como del Dique no se mueve nada, uno se pregunta ¿Dónde está el alcalde de Ferrol? ¿Dónde están los Srs. Fernández de Mesa y Juan Juncal? ¿Dónde está el Sr. Cortizo y el ex ministro Caamaño? ¿Dónde están los sindicatos, los que forman parte de esa Comisión, los empresarios, los comerciantes….etc? ¿Dónde están? ¿Qué ocurre en Ferrolterra para que nadie diga ante el descarado silencio que se da sobre el Dique? La verdad es que esta sociedad parece estar excesivamente manipulada y sin ideas.

Estamos ante una situación en la que el cuento muy bien podría terminar diciendo : Y pasado el tiempo y como ya venía siendo habitual en esa comarca, el sueño del Dique terminó por desvanecerse ante la falta de compromiso por parte de todas aquellas personas y organizaciones que tanto habían prometido pero que tan poco habían hecho. Y colorín colorado esperemos que este cuento no haya terminado. Moraleja : No creas nunca nada de lo que te digan los políticos en época de elecciones.

viernes, 16 de noviembre de 2012


          BIEN  POR  EL  PRESIDENTE  FEIJOO

 

          Estoy convencido de que este comentario puede levantar ciertas ampollas dentro de mi estrecho circulo de amistades, no obstante y aún a sabiendas de que eso puede ocurrir, creo sinceramente que debo de hacerlo de igual manera. Y lo hago, porque, primero, deseo seguir estando bien conmigo mismo y luego, porque quiero continuar reconociendo abiertamente y sin ataduras de ningún tipo, el trabajo y los esfuerzos de los demás, sean estos los que sean y vengan de donde vengan.

    Y en ese contexto, de igual forma que denuncié y denuncio cuando es necesario, la falta de compromiso del presidente Feijoo con Ferrolterra respecto a las promesas hechas sobre el sector naval, hoy tengo que decir que la preocupación que está demostrando en la actualidad por el sector es innegable. Si, Feijoo está demostrando que el naval es realmente una de sus preocupaciones y una de sus prioridades. Y eso, debe de tener un reconocimiento público por parte de todos los estamentos de la sociedad. Yo diría, que en estos precisos momentos Feijoo le está dando una lección al gobierno central en cuanto a lo que es trabajar y defender los intereses generales de la sociedad, en este caso concreto, su sociedad más cercana y directa, la de la que él es presidente.

                Feijoo está haciendo ahora en Sudamérica, lo que ningún presidente, ni autonómico ni del Estado, hicieron desde que España volvió a ser un Estado democrático. Lógicamente, lo que el presidente Feijoo no puede hacer es firmar contratos, pero si está creando las condiciones que su representación institucional le permite, para que las empresas puedan dar el empujón final necesario para la consecución de los mismos. El trabajo político a nivel autonómico ya está hecho. Ahora ya tienen que ser otros los actores que entren en escena. Como por ejemplo y además de los empresarios, el presidente del gobierno, el Sr. Rajoy, aprovechando la cumbre Iberoamericana a celebrar en nuestro país, en la ciudad de Cádiz.

No obstante y pese al buen trabajo realizado por parte de un presidente en funciones, como es en el caso de Feijoo, a éste y en esto del naval, todavía le quedan unas asignaturas pendientes muy importantes, unas asignaturas verdaderamente troncales, y son : Desarrollar la ley del sector naval gallego (aprobada por unanimidad en el Parlamento de Galicia). El gran centro de Reparaciones en la Ría de Ferrol (esto llevaría implícito el compromiso del Dique Flotante). Y trabajar intensamente con el gobierno del Estado para que éste inicie en Bruselas el camino que nos lleve al levantamiento del veto que padece el astillero de Fene (recogido también en la ley del sector naval gallego).

Estas tres cuestiones, imprescindibles para el futuro del naval gallego en general y de la Ría de Ferrol en particular, son compromisos adquiridos por él en la legislatura anterior, por tanto, no pueden ser ignorados. Pero independientemente de que exijamos responsabilidades cuando, como en este caso, se falta a las promesas hechas, tampoco está de más que cuando alguien hace algo bueno y bien, como ahora, lo reconozcamos y aplaudamos como se merece. Creo que eso es pensar con objetividad y todo lo demás es pura y dura palabrería partidista.

                   

               

domingo, 4 de noviembre de 2012


   EL  DUMPING  ASIÁTICO  Y  EL  TAX  LEASE  EUROPEO

 

          Hace relativamente poco tiempo que los ferrolanos nos familiarizamos tanto con la palabra Dumping, que ésta terminó siendo como un vocablo más de nuestra propia lengua. Casi toda la sociedad de Ferrolterra sabia que ejercer eso del Dumping, era algo así como vender las cosas por debajo de su coste real, es decir, practicar, con el producto que fuese, una competencia desleal en el mercado. Y claro, al tratarse de barcos y por lo que de forma directa nos afectaba y afecta aquí en la Ría de Ferrol, hubo un momento en el que la voz de toda Ferrolterra se convirtió en un solo clamor y protestó contra todo lo que fuese o estuviese relacionado con los astilleros asiáticos.

            Si, todos gritamos contra ellos, y lo hicimos, sin detenernos a pensar que al enemigo también lo teníamos en nuestra casa. Nosotros, los europeos, estuvimos y estamos alimentando y potenciando ese Dumping asiático contra el que todos clamamos. El 75 %, aproximadamente, de los buques que se construyen para los armadores y navieras de Europa son hechos en astilleros asiáticos y además y en algunos casos ( no sé exactamente en que cuantía ) con el agravante de que se hacen mediante ayudas de la propia Unión Europea. Entonces siendo esto así y lo es ¿Contra qué gritábamos? ¿Hasta dónde estábamos legitimados los europeos para protestar contra los países asiáticos si nosotros también alimentábamos esa situación?

Formamos parte de una sociedad que vive en el ámbito de la economía de libre mercado, por lo tanto, tenemos que entender que cada país defienda sus intereses como mejor crea conveniente hacerlo y otra cuestión será, el que esa manera de autoprotección económica, sea algo que esté regulado adecuadamente bajo un cierto consenso internacional. Los países europeos más que mirar para Asía debieron de haber mirado para si mismos, es decir, para Bruselas, y exigir, cada uno con los medios de que dispusiese, negociar un acuerdo marco que sirviese para un nuevo orden internacional dentro del naval, de igual modo que los hay en otros sectores comerciales.

¿Qué hizo Bruselas ante la incapacidad, más que manifiesta, para encontrar una solución a ese conflicto de intereses? Pues permitir que cada país miembro ejerciese, dentro de su territorio, un sistema de subvención que le permitiese minimizar y contrarrestar los efectos que en sus economías tenía la construcción naval de los países asiáticos por las ayudas gubernamentales que recibían. Y así de esa manera, es como nace el “ Tax Lease “.

¿Qué significa y qué es el Tax Lease? Tax Lease significa impuesto de arrendamiento. Es una auténtica obra de ingeniería financiera que precisa de cuatro actores y que desarrolla toda su estrategia en un tiempo que actualmente está marcado en cuatro años. Los cuatro actores son: Un astillero. Un armador o naviera. Una entidad financiera (Banco o Caja) y una Agrupación de Interés Económico.

¿Cómo funciona? Básicamente se comporta de la siguiente manera: El armador encarga la construcción de un buque a ese astillero. Ese buque, aún en construcción, el armador se lo vende a una compañía de “Leasing“ y ésta, a su vez, realiza una operación de “Leasing“ con una Agrupación de Interés Económico (AIE). Posteriormente, esa Agrupación de Interés Económico, arrienda, con una opción de compra, el buque al mismo armador que en principio había encargado su construcción, y ya como remate final, el armador termina haciendo efectiva esa opción de compra quedándose con el buque en propiedad.

¿Por qué se suspende el Tax Lease español? Pues sucede que algunos constructores europeos consideraron como una intromisión, en el ámbito de sus intereses,  la construcción de 4 remolcadores para operar en el puerto de Amberes por parte de astilleros Boluda de Valencia, y como en España se estaba aplicando un Tax Lease que alcanzaba hasta el 30 % del valor del buque en exenciones fiscales frente al 20 % que se practicaba en el resto de la Comunidad, la empresa holandesa, Damen Shipyard, decide denunciar el Tax Lease español ante la Comisión de la Competencia. Esta denuncia obtiene, de forma inmediata, el respaldo de otras empresas de la misma Holanda así como de diferentes empresas de Noruega, Francia, Inglaterra y Portugal. Lo que hace que la Comisión tome la decisión de la suspensión de nuestro Tax Lease actual, y de ahí, nuestra situación en el sector. Un sector que por cierto, ya sabía desde hacía meses, antes de la denuncia, lo que  se le iba a venir encima y a pesar de ello, nadie hizo nada para evitarlo y esquivar así los desastrosos efectos que la suspensión trajo consigo.

De cualquier forma y volviendo al origen, lo cierto es que los europeos clamamos cuanto pudimos por el Dumping asiático para luego terminar practicando de igual forma también, la competencia desleal. Que curioso, quien a nosotros nos castigó por las ayudas consideradas ilegales al sector ( pensemos en ASTANO ) es luego quien nos dice como debemos hacer la trampa pero sin que parezca que se hace.