martes, 26 de febrero de 2013


   ¿ QUÉ  PASA  CON  TOXO Y  CON  CÁNDIDO MÉNDEZ ?

               En Ferrol ya somos muchos los que preguntamos cómo es que a estas alturas y con todo lo que los sindicatos, los comités de empresa y la ciudadanía en general están haciendo por defender y salvaguardar la razón de existir de esta ciudad y comarca, dónde están los máximos responsables de las dos mayores organizaciones sindicales de este país.

Cierto es que las circunstancias por las que pasó el mercado marítimo en el mundo y en Europa, en absoluto favorecieron las perspectivas del sector en nuestra Ría, pero independientemente de ello, si aquí en Ferrolterra, estamos como estamos en estos momentos, en parte también es debido a lo que en su momento decidieron CC.OO, la UGT y la USTG ¿ O no ?  Entonces siendo esto así, y lo es, ¿Por qué ahora sus máximos mandatarios nos ignoran y nos dan la espalda? Recuerdo como en las manifestaciones de hace 35 o más años, manifestaciones casi diarias por las calles de Ferrol, coreábamos aquella consigna de “ Dónde están que no se ven …. etc, etc.

Pues bien, hoy y a la vista de lo que ocurre, los ferrolterranos quizá tengamos que recuperar esa vieja consigna para dirigirla, además de a nuestros gobernantes, a algún que otro personaje de la vida sindical de este país. Cuando un pueblo está pasando por las circunstancias por las que pasa Ferrol y comarca, y estos celebran una jornada de lucha como la celebrada el pasado Domingo, aquí se requiere la presencia de los máximos responsables de las organizaciones sindicales. No es suficiente con venir a la ciudad una vez al año para cumplir con un sencillo acto de conmemoración de un desafortunado y desgraciado suceso acaecido hace ya prácticamente  41 años. Y si las agendas no son favorables, habrá que hacer que lo sean.

Es cierto que el Sr. Toxo debió de estar súper ocupado en el tema de su reelección, pero ello, en absoluto justifica el comportamiento que viene manteniendo a lo largo de todo este proceso de lucha por parte del pueblo de Ferrolterra en toda esta deriva que está viviendo el sector en nuestra Ría. Su Ría. Su patria chica. Su cuna y empresa que le vio nacer y desde la que se catapultó hasta llegar al lugar y puesto en el que se encuentra. Y es que la verdad es que ni se les ve ni se les oye, a ambos los dos.

   Realmente no hay nada que pueda justificar la actitud que hasta ahora demostraron tener con esta comarca. El futuro de miles y miles de personas está en juego y ellos parece que siguen sin enterarse. Y es que si el naval es importante para España, que lo es, para Ferrol y comarca es vital y eso, debería de ser más que suficiente como para poder contar con su presencia en momentos puntuales. Una presencia que sin duda sería recibida por los ciudadanos  como una bocanada de aire fresco para recuperar fuerzas y no cejar en la lucha por el futuro de esta comarca.

 

lunes, 18 de febrero de 2013


                 HAY  QUE  DECIR  BASTA  YA

La situación y como era de esperar, es cada vez más complicada. El trabajo pendiente cada vez es menor y como consecuencia de ello, el ambiente es cada vez más tenso. En la Ría ahora mismo no hay más que incertidumbre y preocupación, y eso, en lo que se traduce es en un  auténtico estado de desánimo. La presión a la que los trabajadores del naval, sus familias y en general, toda la ciudadanía de Ferrolterra, empiezan a estar sometidos, es de tal calibre, que en cualquier momento cualquier chispa puede dar lugar a una gran hoguera. La situación sin duda es seria, muy seria.

Tenemos un alcalde que desgraciadamente, primero para él mismo y luego para toda la ciudadanía de Ferrol, sigue sin atreverse a marcar su territorio en el partido y por tanto, sin saber realmente hasta dónde puede llegar en sus exigencias. Todavía no entendió, al menos así lo parece, que él no está en las mismas circunstancias que sus compañeros de partido que fueron antecesores en su cargo. Él es el hombre que hizo que en Ferrol el PP ganara por vez primera las elecciones municipales con mayoría absoluta. Es más, él es el hombre que hizo que fuese la primera vez que un partido gana las elecciones en Ferrol por mayoría absoluta.

Es el Presidente de la Federación Gallega de Municipios, la FEGAMP. Es el Presidente del partido de la ciudad cabecera de una gran comarca. Ocupa una vicesecretaria del PP de Galicia.  Es decir, estamos ante un ferrolano que muy bien podría tener un determinado espacio de influencia en su  partido, el partido del gobierno. Y esto del gobierno, nunca mejor dicho que ahora. Un ferrolano, que ahora mismo podría y debería de ser más exigente con el aparato de cara a velar por los intereses de su ciudad. Y si eso no lo hace así, es porque no se cree lo que realmente es o porque teme a enfrentamientos que le puedan complicar su futuro político. Es decir, porque piensa más en si mismo que en el bien general de su ciudad.

De seguir por esa vía, puede que pase a la historia de Ferrol como el alcalde “entrevistas” o el alcalde “mensajero”. Y es que lleva prácticamente dos años en los que no se le vio otra cosa que no fuese trasladar a otros estamentos, lo tratado en reuniones mantenidas con anterioridad, o solicitando entrevistas con cargos de la administración autonómica o de la Sepi. En Ferrol hay un alcalde fuerte, y lo hay porque los ciudadanos así lo decidieron por medio de las urnas, por tanto, lo que se hace necesario es que éste haga valer esa posición de fortaleza.  

Sin embargo y en esta cuestión del naval, tampoco sería justo desviar toda la atención hacia la figura del alcalde. Es cierto que – en mi opinión – Rey Varela peca de excesiva docilidad con los órganos centrales de su partido, pero no es menos cierto también, que en Ferrol tenemos a unas organizaciones sindicales, CC.OO y la UGT, que están empeñadas en mantenerse enrocadas en el pasado. El sector naval en la Ría está atravesando un momento muy delicado, de agonía, y solo por ello las organizaciones sindicales deberían de replantearse determinadas posturas en cuanto a su futuro y titularidad. Está bien que defendamos la empresa pública, claro que si, pero hasta donde sea posible y no más allá.

Ahora resulta que los comités de empresa de Fene y Ferrol, CC.OO, la UGT,  la coalición de Beiras e IU, ANOVA, el PSOE…etc, piden el levantamiento del veto que sufre el astillero de Fene, sin embargo, la forma en que lo hacen deja al descubierto la total irracionalidad de la petición. Y es que es absurdo pedir que la antigua Astano vuelva al mercado civil manteniendo su titularidad pública. Hoy un Astano público en el mercado del Off – Shore es inviable. Y eso nos tiene que llevar a flexibilizar. No podemos dejar que una filosofía o idea de tipo personal o pequeño grupo, condicione el bienestar general de la sociedad de Ferrolterra.

El debate a partir de ahora se debería de centrar en dos direcciones. Por un lado, tenemos que reivindicar liberarnos de la cautividad que supone tener que compartir destino con quienes son un saco sin fondo de pérdidas dentro del grupo Navantia. Y ello no debería de suponer que Navantia Ferrol tuviese que dejar de ser empresa pública, en absoluto. Pero lo que no podemos hacer, es continuar esposados a un cáncer como el de la Bahía de Cádiz.

Y por otro, lo que hay que reivindicar también, es liberar al astillero de Fene haciendo cumplir – a quienes los firmaron, CC.OO, la UGT y la USTG – los acuerdos del año 2004 en cuanto al apartado de traslados de personal siempre que estos no supongan un cambio de domicilio. Como así consta en los acuerdos. Si al astillero de Fene se le libera de todo el personal – y estos tienen cabida en Ferrol –  encontrar una solución viable y de futuro sin duda sería más fácil.

No vaya a ser que dentro de unos años, muy pocos de seguir por este camino, las instalaciones fabriles que tanto dieron que hablar en todo el mundo por lo que en otros momentos fueron capaces de hacer, se conviertan únicamente en destino turístico donde solo se pueda apreciar lo que fue y dejó de ser por mor de una clase dirigente egoísta, irresponsable y por tanto, incompetente.

 

sábado, 2 de febrero de 2013


                     DIN  QUE  NON

          Bueno, ahora ya lo sabemos oficialmente. Por tanto, a partir de aquí se acabaron tanto las conjeturas como las especulaciones. El gobierno de España decidió y Navantia, bajo las indicaciones directas de la Sepi, comunicó. Y porque las cosas son así, tal cual, extraña tanto que la primera autoridad de la ciudad se empeñe, incluso hasta de manera casi institucional, en no querer mencionar en esta opereta ni a la Sepi ni al gobierno del Estado, los verdaderos y únicos actores con competencias en la materia y por supuesto con toda la responsabilidad sobre el asunto. Ellos si son los auténticos culpables.

El gobierno del Estado y la Sepi nos torearon cuanto quisieron a lo largo de los últimos ocho meses, realmente, desde las últimas elecciones generales. ¿O no recordamos ya a Arsenio Fernández de Mesa & Company prometiendo todo el apoyo del mundo a la construcción del Dique si el PP ganaba las elecciones? Aunque la verdad, es que no es menos cierto también que esos mismos pases toreros ya los conocíamos por haberlos sufrido en el pasado con quienes ahora están en la oposición y con anterioridad habían mantenido el poder. ¿O tampoco recordamos las promesas hechas en dos consultas electorales para cuando Zapatero accediese a la presidencia de la Unión Europea?

Por tanto, en esto del sector naval no parece lícito que ahora venga nadie a dar lecciones de no sé qué. Ni por parte de los dos grandes partidos ni por parte de los sindicatos mayoritarios, CC.OO y la UGT. Todos ellos tienen que hacer una reflexión de autocrítica. Una profunda reconcentración que les lleve a ser analíticos con la deriva que tomaron y que mantuvieron contra viento y marea, fundamentalmente a lo largo de los años 2009 y 2010. Cuando ya se podía prever lo que hoy está sucediendo. Por lo tanto, además del gobierno y de la Sepi,  que lo son principalmente, en este asunto hay también otros culpables.

 Ahora el presidente del comité de empresa de Navantia, Ignacio Naveiras, dice “ Que vayan a Bruselas, que renegocien y que busquen alternativas “. Pues claro que si, pero hay que recordar que por eso y para eso nació y trabajó Rumbo 21 durante más de dos años y medio. Para que el gobierno de España iniciase el camino que llevase a reabrir el dossier y renegociar el levantamiento del veto del astillero de Fene. Es decir, para volver abrir las puertas al trabajo y poner un antídoto al desempleo en esta comarca. Pero claro para esa reivindicación, Rumbo 21, que contó con  el apoyo de más de 18.000 personas de la comarca, necesitaba además el apoyo y la solidaridad de CC.OO, la UGT, el PSOE, el PP, IU, los comités de empresa de Fene y Ferrol, la Asociación Impulsora del Plan Ferrol…etc, etc. Y esos apoyos nunca se dieron.

Es verdad que ahora de nada vale lamentarse de esa falta de unidad vivida en los años 2009 y 2010, no obstante, si es importante tenerla en cuenta para no volver a caer en ese error y cometer otro desacierto de ese tipo. Y digo otra vez, porque entiendo que esto no puede quedar así. No, no podemos cejar en el intento. Hay que continuar haciendo camino.

Y ese camino pasa inevitablemente por el astillero de Fene. Tenemos que exigir el levantamiento del veto ya. Y pongámonos en guardia por lo que nos puedan querer endosar como consecuencia de una mala practica ejercida en la aplicación del Tax Lease durante el periodo de Enero del 2002 hasta Junio del 2010. Ahora, una vez más, toca levantarse del golpe sufrido. Y lo haremos, sin duda lo haremos, como tantas y tantas veces lo hicimos ya. En Ferrolterra estamos curtidos por los golpes sufridos a lo largo de los últimos cuarenta años y por ello, es por lo que estoy seguro que nos levantaremos. Y si trabajamos todos unidos, seguro que terminaremos ganando la batalla.