martes, 28 de mayo de 2013

  EL FUTURO PUEDE QUE NO SEA TAN NEGRO
               Según Bob Nugent, vicepresidente del departamento de asesoría de la empresa norteamericana especializada en análisis de Marinas de Guerra, AMI International, durante esta década, la próxima, y hasta cumplir el año 2031, los países de la zona Asia – Pacifico ( China, Malasia, Tailandia, Indonesia, Japón, Australia…etc ) adquirirán, entre buques de superficie y sumergibles, del orden de entre 750 y 800  unidades. De las cuales, aproximadamente 100 de ellas serán submarinos, algunos de ellos nucleares. Las Armadas de esa zona, y siempre, insisto, según la AMI International, se gastarán en ese período, del orden de 180.000 millones de dólares ( 140.625 millones de €, aprox. )
Los dos países que más adquisiciones van a hacer, según el vicepresidente de esta empresa norteamericana, son China y la India, que previsiblemente, alcanzarán 1/3 del total. Los tipos de buques por los que estos países están o van a estar interesados, van desde las patrulleras y buques de ataque rápido o fragatas, como es en el caso de Tailandia o Vietnam, hasta los de gran porte como los LHD, Juan Carlos I, en el caso de Malasia e Indonesia, pasando lógicamente y como decía antes, por los submarinos por los que están interesados todos los países, desde Australia, para renovar los de la clase Collins, hasta el minúsculo ciudad estado de Singapur.
La zona Asia – Pacifico es, en actividades marítimas, una de las franjas más dinámicas e importantes del planeta. Por el Estrecho de Malaca transitan anualmente más de 60.000 buques con materias energéticas para los países del entorno.  
Por tanto, si tenemos en cuenta el análisis de la AMI International y además, nos fijamos en las necesidades que de forma inmediata, a corto y medio plazo tienen y van a tener en todos los campos y afectando a todos los nichos de mercado, tanto en lo militar como en lo civil, los países BRIC, ( Brasil, Rusia, India y China ) está claro que el futuro del naval en nuestra Ría puede que no sea tan negro como ahora mismo nos lo pueda parecer. Aunque claro está, en la forja de ese futuro además de necesitarse una buena labor comercial es imprescindible una adecuada intervención diplomática. Claro que, incluso todo eso sería insuficiente si no se contase con el apoyo de las organizaciones sindicales. Y ese apoyo pasa por querer entender el contexto de competitividad en el que se mueve el sector a nivel mundial.  
De cualquier forma, ahora el problema es el que tenemos a día de hoy. Eso es lo que tenemos que solucionar de forma inmediata. La situación en estos momentos ya es crítica, y por ello, no se entiende muy bien que las gestiones con Bruselas – si es que las hay – vayan de manera tan lenta. Ni es de recibo que a estas alturas continuemos esperando por una respuesta al problema originado por el Tax Lease ni  lo es tampoco que continuemos con esta incertidumbre sobre el Dique Flotante.
El Dique Flotante es una necesidad de presente y de futuro, y como tal, debe de ser una infraestructura irrenunciable. Los ánimos parecen un tanto adormilados. Quizá sea aconsejable leer y releer el artículo 297 del Tratado constitutivo de la Unión y también, por qué no, el artículo 2 del mismo, por aquello de la igualdad entre Estados miembros. ¿ O acaso España está en igualdad de condiciones a la hora de conseguir el dinero al mismo precio que otros Estados miembros de La Unión? ¿Dónde está el principio de igualdad y de no discriminación que contempla el Tratado?.    

lunes, 20 de mayo de 2013

 Y HAY QUIEN SIGUE CON EL ERRE QUE ERRE
Otro concurso, uno más, que se va al garete. Hace un año los tailandeses nos dijeron que no a la renovación de las turbinas del portaaviones Chakri Naruebet. Posteriormente y hace escasamente poco más de un mes, Navantia se cae de la lista corta del concurso para la construcción de un buque de apoyo logístico – tipo Cantabria – para la marina noruega. Ahora, nos quedamos fuera también del concurso para la construcción de dos fragatas, de nuevo para la marina tailandesa. ¿Y que tuvieron en común estos tres concursos que perdimos? El presupuesto.
Somos simple y llanamente muy caros, o eso al menos, eso es lo que nos están diciendo desde el exterior en estos tiempos de recortes presupuestarios que viven todos los Estados. Esperemos que el próximo concurso, previsto para dentro de un par de meses, para la construcción de un LHD para Turquía, no se convierta en otra nueva decepción. Aunque en esta ocasión, aún ganando el concurso, ese LHD no se construiría en nuestra Ría sino en Turquía. En esta licitación, Navantia gozará de la ventaja que pueda suponer participar como empresa asociada a uno de los más grandes grupos industriales turcos, el grupo industrial SEDEF, pero claro, como la pasta es la pasta y los presupuestos de los Estados y de sus correspondientes Armadas son los que son y dan para lo que dan, sería bueno que estuviésemos preparados por si recibimos un nuevo batacazo.
Pero dentro de esta guerra presupuestaria ¿Cómo es que si somos tan caros, podemos hacer el flotel para Pemex? No lo entiendo, realmente no lo entiendo, salvo que, los presupuestos que se estuvieron dando hasta ahora fuesen, a sabiendas,  inflados. Es decir, que se estuviese aplicando una determinada política fruto de una estrategia perfectamente trazada y pensada para rematar con una nueva y definitiva reestructuración del sector en nuestra Ría. No olvidemos, que hacer el flotel por debajo de las condiciones del mercado también significaría vulnerar los acuerdos del 2004, lo que podría suponer recibir una nueva sanción por parte de Bruselas.
Pero volviendo a la cuestión de fondo. Si de verdad estamos, en materia presupuestaria, fuera de mercado ¿Cómo es posible que determinadas instituciones continúen enrocadas  en la idea de que el astillero de Fene tenga que continuar siendo, si o si, únicamente de titularidad pública? ¿De qué valdría pedir el fin del veto si luego no podemos competir?
Tenemos que ser capaces de ver las fortalezas y debilidades de lo que tenemos, y a partir de ahí, abogar por lo que se considere mejor para el astillero, que será lo mejor para la comarca y por lo tanto, para los ciudadanos. Astano, tal y como lo conciben algunas organizaciones, hoy por hoy no tiene futuro de ningún tipo, ni tan siquiera en el Off – Shore. Seamos razonables y  utilicemos el sentido común por el bien de todos.

lunes, 13 de mayo de 2013

                SALTÓ  LA  LIEBRE
               Ahora creo que no es momento de analizar la positividad o negatividad, si es que la hay, del acuerdo alcanzado entre Pemex y Barreras para la adquisición, por parte de la petrolera mejicana, del 51 % de las acciones del astillero vigués. No, ahora cualquier análisis nos llevaría, casi con toda seguridad, a errar en las conclusiones, y lo haría, debido a la escasa, prácticamente nula, información de la que disponemos como para opinar de forma seria y rigurosa. Ahora lo que toca ahora es esperar a ver como se desarrollan los acontecimientos. No obstante, el gran peligro de este acuerdo, a primera vista, es en que se podría convertir en un “Pan para hoy y hambre para mañana“.
Ahora y tras lo ocurrido con ese acuerdo de compra por parte de Pemex, lo que debe de atraer toda nuestra atención, es la situación en la que se encuentra Navantia en estos momentos. Eso es lo que nos debe de preocupar. El nuevo escenario puede, sin duda, echar por tierra todas las expectativas que se habían creado en la Ría de Ferrol. Las recientes, aunque escasas, declaraciones del presidente de Barreras, José García Costas, justifican una por una todas las desconfianzas de aquellos que nunca aceptamos los anuncios tan contundentes que se fueron sirviendo desde la Xunta a través de los medios de comunicación.
La misma petrolera mejicana expresó recientemente – en la Conferencia Tecnológica del Off – Shore – que ahora falta por saber en qué terminan las negociaciones con Navantia iniciadas en el año 2012. Y es que el pacto con el astillero gallego, era exclusivo para lograr un acuerdo en el caso de que se licitasen la construcción de los dos buques flotel. Por tanto y teniendo en cuenta que ahora Pemex ya no está en la obligación de realizar el concurso público a que le obliga la Ley Federal Anticorrupción en Contrataciones Públicas, Navantia puede, perfectísimamente, quedarse sin ese ansiado proyecto de construcción.
  Y ya pensando en esta última situación ¿Qué fue lo que se le ocurrió a alguna de esas mentes prodigiosas con las que cuentan en el seno de la Xunta? Pues nada, el mensaje que se transmite a través de los medios es que Navantia podría, temporalmente claro, subcontratar de Barreras.   ¡¡ Que barbaridad !! ¿Pero como una empresa que tiene el valor hora alrededor de 30 euros le va a poder subcontratar a otra que tiene ese mismo valor establecido en 60 euros? Bueno, pues esa es la política que se emplea, la del engaño permanente. En mi opinión, y así lo expresé repetidamente, todo lo que rodeo a la construcción del flotel en Navantia Ferrol estuvo mucho más marcado por la desconfianza que por la veracidad de las noticias que se nos daban. Que Navantia Ferrol gane, en estos momentos y circunstancias, un concurso internacional para la construcción de un buque mercante, ofertando en condiciones de mercado y además en condiciones de rentabilidad como marcan determinados acuerdos, es prácticamente imposible. Y no olvidemos, por favor, que hace tan solo un par de meses Navantia se quedó fuera de la lista corta para la construcción de un buque para Noruega por ser, según su presidente, José Manuel Revuelta, muy caros ¿O no?.   
Pero bueno, el caso es que el viernes, 25 de Mayo del 2012, la prensa escrita publicaba en primera plana “Pemex encarga 14 barcos en Galicia”. Posteriormente y después de cuatro meses, el jueves 20 de Septiembre, los mismos medios volvían a hacerse eco del mismo asunto y publicaron, también en primera plana, “El encargo de Pemex de dos buques flotel a Navantia y Barreras ya es firme”. Pues bien, después de un año y de ríos de tinta a través de las páginas de los periódicos ¿Qué tenemos?. Se hicieron muchas afirmaciones, demasiadas, y en ellas, se tuvieron muy poco en cuenta a los miles de personas y de familias que había tras todo lo que se afirmaba.
Se jugó con las personas sin tener en consideración ni los sentimientos ni las diferentes situaciones que en el seno de las familias se vivía y vive. Solo se tuvieron en cuenta los malditos intereses partidistas y, en muchos casos, los personales. Recordemos lo que también vino publicado en primera plana, “la construcción de los remolcadores para Pemex empezará tras el verano (del 2012). Pues bien, ya estamos en los albores del verano del 2013 y la vida sigue igual. Bueno, cada día que pasa un poco peor desgraciadamente.  
           

miércoles, 8 de mayo de 2013

               DUDAS  Y  MÁS  DUDAS
      Cada vez que el tema del naval de nuestra Ría salta a la palestra, como iniciativa de una agrupación o plataforma ciudadana ajena a las dos grandes organizaciones sindicales, éstas, muestran tal desinterés, que a veces parece como que todo lo que ellas dicen preocuparles no fuese más que un espejismo para salvaguardar su reputación ante la ciudadanía. Y esa actitud de desprecio hacia quienes también trabajan, (y en este caso concreto, de forma total y absolutamente altruista) para intentar encontrar soluciones a la situación actual de nuestro motor principal, ya no es solo una afrenta para el propio colectivo que presenta la iniciativa, sino que y por añadidura, esa actitud de menosprecio se hace extensiva a la totalidad del colectivo que conforma el sector, alargándose incluso, y debido a la capital importancia que tiene sobre toda la comarca, al conjunto de la sociedad de Ferrolterra. Por tanto, el desaire (ya no es la primera ni la segunda vez que sucede) del que hicieron gala, además de éstas dos organizaciones sindicales, otros colectivos como IU y las asociaciones empresariales, a la invitación cursada por Rumbo 21 para conocer, analizar y discutir un documento sobre el naval de Ferrolterra elaborado por la Plataforma, fue una prueba más de que a determinadas instituciones hay que creerles la mitad de la mitad de lo que dicen, a pesar del entusiasmo que luego demuestran tener en otros foros.
            Cuando lo que está en juego es la supervivencia de esta comarca, nadie, ni tan siquiera esas organizaciones, están en condiciones de despreciar el esfuerzo que otros hacen para intentar encontrar soluciones. ¿Cuáles fueron, hasta ahora, las aportaciones de esos colectivos para salvar al sector naval de nuestra Ría? ¿Estar en la calle? Efectivamente eso también es importante, claro que si, pero claramente insuficiente. Como tampoco es suficiente con decir, como hicieron y repetidamente, los empresarios, “aquí estamos, dispuestos para aportar nuestro grano de arena. La salida al exterior no es nuestra primera opción“. No, hay que hacer algo más. La defensa de nuestro sector naval sin duda pasa por diversas vías, pero fundamentalmente, por aportar ideas nuevas. Y eso se consigue, además de trabajando en ello, escuchando también a quienes trabajan.
Hubo quienes dijeron, a través de unas octavillas repartidas en las puertas de Navantia de Fene y de Ferrol el día 5 de Marzo del año 2010, que tenían un “ plan de futuro para Navantia “ . Pues bien, pasaron más de tres años y uno se pregunta qué fue de ese plan. ¿Dónde está? Y es que la solución a los problemas que sufre nuestro sector naval no pueden quedar reducidos única y exclusivamente a pedir las construcciones de la prometida sexta fragata y del Dique Flotante. Como expresa, fundamentalmente, el contenido de la carta que los presidentes de los comités de empresa de Navantia de Fene y Ferrol remitieron al alcalde de la ciudad el 7 de Febrero del 2012.
Los problemas de esta Ría, tanto actuales como de futuro, no tendrán solución si no es a través del entendimiento general entre su sociedad y el conjunto de sus organizaciones, al menos de la más representativas. Pero claro, para que eso  suceda, algunos colectivos, por muy importantes que se consideren, tienen que hacer un ejercicio de reflexión y entender que la supervivencia de un pueblo es tarea común de toda su sociedad y no patrimonio exclusivo de nadie. Todo lo que no sea generosidad en la predisposición para el entendimiento y la búsqueda conjunta de soluciones a los problemas, no generará más que dudas y más dudas.