jueves, 27 de junio de 2013

    ALMUNIA NO ES EL MALO DE LA PELÍCULA
       ¿Por qué se cargan las tintas contra Joaquín Almunia? ¿Por qué se le culpabiliza de nuestras desgracias en el naval? Es posible que no fuese todo lo diligente que los españoles esperásemos de él por el hecho de ser español, pero de ahí, a querer responsabilizarle de la situación que vive nuestro sector naval….
Eso no es otra cosa que querer desviar la atención para no detenerse en los propios errores y en la incapacidad a la hora de encontrar solución a los problemas desde el gobierno de la nación. Probablemente pudiese hacer algo más de lo que hizo para acelerar la resolución sobre el Tax Lease. Quizá su condición de español debiese de jugar un poco más a favor de los intereses nacionales, pero ello no implica que se le deba de hacer responsable de los desaciertos y meteduras de pata de los demás.
            Quien toma las decisiones en el seno de la Unión es el Colegio de Comisarios, (equivalente a un consejo de ministros de un estado miembro) y Almunia, es uno de los 27 que conforman el estamento. Por tanto, querer presentarle ante la sociedad española como el culpable de la situación actual del naval español, es querer tapar errores propios y aprovechando su militancia, querer también culpabilizar al partido al que pertenece. Y eso, es totalmente injusto.
            Quienes metieron al naval español en semejante brete fueron, en primer lugar, el gobierno del Estado, después PYMAR y luego, los empresarios del sector y los sindicatos. ¿Por qué? Pues por lo siguiente:
            En el mes de Mayo de 2006, dos federaciones nacionales de astilleros y un astillero de forma individual, presentaron denuncias ante la Comisión sobre el régimen fiscal español aplicable a las empresas navieras. Insisto, en el año 2006.
            A partir de ahí, la Comisión le solicita a España información sobre el asunto mediante cartas enviadas el 15 de Septiembre de 2006, el 30 de Enero de 2007, el 6 de Noviembre de 2007 y el 3 de Marzo de 2008. Efectivamente España contesta a estas cartas de la Comisión, pero ¿Qué hizo para intentar solucionar lo que ya se le venia encima? Nada, absolutamente nada. Se continuó con la misma dinámica como si el sector no estuviese en el punto de mira de toda Europa. Toda esta movida la conocían los empresarios, PYMAR y los sindicatos, y sin embargo, los astilleros continuaron funcionando exactamente igual como si la película no fuese con ellos.
            Ahora, como casi siempre, lo que hacemos es lamentarnos. Le echamos la culpa a los demás y como no, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, decimos que quien tiene la culpa de casi todo es un español llamado Joaquín Almunia. Pues no.    
             

domingo, 23 de junio de 2013

         NOSOTROS  TAMBIÉN  SOMOS  CULPABLES

             Ahora resulta, según el gobierno de España, que es la Xunta y la Sepi quienes tienen que hacer las consultas en Bruselas por el Dique Flotante. ¿A qué suena esto? ¿A tomadura de pelo? Puede, aunque si lo es, quizá lo sea también porque nos lo merezcamos.
Sabemos, porque así nos lo han dicho por activa y por pasiva, que el único interlocutor válido para hablar con Bruselas sobre el tema de la construcción civil en la empresa pública Navantia, es el GOBIERNO DE ESPAÑA. Y siendo esto así, y así es, ¿Cómo es que ahora dice lo que dice el gobierno central?
Nuestra comarca es, desde hace muchos años, una zona de España que viene siendo engañada sistemáticamente por todas las administraciones. Somos la ciudad y comarca de las promesas incumplidas. La plataforma perfecta para los salvadores de la patria. Si, esos que siempre dicen que van hacer y que luego terminan por no hacer absolutamente nada. Y buena prueba de ello, lo es el hecho de que hoy en Ferrolterra se sigan reivindicando prácticamente las mismas cosas que hace treinta años. Y como ejemplo, valga el sector naval.
Desde Madrid – gobernando tanto unos como los otros – no se aclaran nunca. Desde Santiago se le echa la culpa a los de Madrid (cuando gobiernan los OTROS y si no, se dice que ya se dieron los pasos que había que dar, aunque no se haya dado ninguno) sacudiéndose así todo tipo de responsabilidades. Y desde los ayuntamientos, como en el caso actual de Ferrol, lo que se hace es actuar de telonero. Es decir, nos toman el pelo todos. Aquí orinan por uno y decimos que llueve.
 ¿Qué es lo que está ocurriendo actualmente? Feijoo dice que toda la responsabilidad de la mala situación de Navantia –  o lo que es lo mismo, de Ferrolterra – es de los propios directivos de la compañía (que también). El conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, descarga, también de forma exclusiva, la responsabilidad de dotar de carga de trabajo  a la factoría de Ferrol sobre la cabeza de los directivos de la empresa. Y el alcalde de la ciudad, nuestro alcalde, vuelve una vez más, a decirle a sus paisanos, sus convecinos de toda la vida, como ya hizo en septiembre del año pasado, ( Voz de Galicia del 4 – 9 – 2012 ) que están equivocados y que el presidente Feijoo, hizo todo lo que pudo para que Ferrol recuperase la senda del crecimiento económico y del empleo. Es decir, aquí los inútiles son todos excepto los que gobiernan. Y esto vale. Bueno, hasta ahora valió. Y es por eso, porque hasta ahora siempre valió, porque termino el primer párrafo diciendo que igual nos merecemos esta situación que vivimos.
Es verdad que los responsables comerciales de Navantia lo están haciendo francamente mal, pero no es menos cierto también, que quienes critican tanto esa falta de bien hacer comercial por parte de la compañía, tampoco están cumpliendo con sus obligaciones políticas. En primer lugar, el gobierno del Estado tiene un papel que jugar muy importante en el “acompañamiento” a esa política comercial que tanto y con tanta razón se critica, y sin embargo, contra eso no alzan la voz ni el presidente Feijoo, ni su conselleiro Francisco Conde, ni por supuesto el corre ve y dile que tenemos como alcalde de Ferrol, José Manuel Rey. Y en segundo lugar, porque los responsables políticos de Galicia no pueden ignorar el compromiso adquirido cuando aprobaron la Ley del Sector Naval de Galicia, y por lo tanto, algo tendrán que asumir en todo esto.
            El Parlamento gallego aprobó por unanimidad una ley del sector naval gallego ( en vigor desde el día 6 de Julio del 2010 ) que entre otras cosas contempla: Artículo 4 apartado 1º. “De conformidad con lo establecido en el Estatuto de autonomía, la Xunta de Galicia negociará con el Estado su partición en la gestión de las empresas públicas estatales integradas en el sector naval de Galicia que, por su naturaleza, no puedan ser objeto de traspaso” ¿Qué se hizo, hasta el momento, desde el gobierno anterior y actual de la Xunta para desarrollar este articulo?
            En este mismo artículo y en su apartado 2, también dice, en clara referencia al astillero de Fene, que la Xunta de Galicia negociará con el Estado el uso de los activos de los que las empresas estatales integradas en el sector naval de Galicia sean titulares y que no estén siendo aprovechados para la construcción, reparación, reciclaje o transformación de buques u otros artefactos flotantes. ¿Se hicieron algún tipo de gestiones con el Gobierno central a la vista de cómo están y de cómo van a seguir estando esas instalaciones ociosas?
            Reprobemos a todos y cada uno de aquellos que sistemáticamente nos vienen engañando. La situación de Ferrolterra es la que es y de eso, son muchos los culpables. Lo importante es entenderlo de una vez por todas para evitar así, que puedan continuar jugando con nosotros.

viernes, 14 de junio de 2013

                NAVANTIA Y EL FLOTEL
            Ahora si. A partir de la medianoche del pasado Viernes, día 7, Pemex puede hacer efectiva en cualquier momento su anunciada entrada ( 51 % ) en el accionariado del astillero Barreras. Por lo tanto y si lo ya anunciado se cumple, a partir de ahora y en cualquier momento, se empezará a hablar en “serio“ de las anunciadas construcciones de los buques flotel.
Como ya todos sabemos, Pemex y ante esa nueva situación, ( una vez hecha efectiva la compra de ese 51 % de las acciones ) ya no estará obligada a tener que licitar dichas construcciones, por lo que el camino para Barreras se puede decir que ya está totalmente despejado. Sin embargo, ¿Se puede pensar lo mismo para Navantia Ferrol? No, las cosas para Ferrol todavía están muy negras. Quizá ahora, peor que en el mes de Septiembre del pasado año cuando Pemex ratificó la firma de  los contratos de PMI con Barreras y Navantia en Santiago de Compostela.
Me consta que se está trabajando para encontrar una formula que permita al menos hacer un flotel en Navantia, pero no es nada fácil. No, no está resultando sencillo, tanto, como que a estas alturas y después de nueve meses, todavía no se sabe como hacer sin volver a vulnerar acuerdos vigentes.
Es posible que para mucha gente resulte paradójico que uno de los problemas que tiene Navantia, quizá el más grande en estos momentos, para acceder a la construcción del flotel, sea el no tener ningún buque de guerra en construcción en este momento. Pero efectivamente, el hecho de no tener actividad en el sector militar, es un gran hándicap a la hora de poder contratar una nueva construcción civil.
El presidente de Navantia dijo últimamente que eran muy caros y que así no podían competir. Bueno, pues puede que tenga razón, él sabrá. Aunque en ese contexto, efectivamente es cierto y hay que recordar, que Navantia perdió un concurso para renovar las turbinas del portaaeronaves tailandés Chakri Naruebet, (construido en Ferrol) que no se alcanzó la lista corta en el concurso para la construcción de un buque de apoyo logístico (tipo Cantabría) para Noruega, y que tampoco fuimos capaces de meternos en la lista corta para optar a la construcción de dos fragatas, también para la Armada Tailandesa.
Por lo tanto, es posible que lo que dijo el presidente sobre lo de ser caros tenga cierto fundamento, salvo que, los presupuestos fuesen, a posta, inflados para no ganar los concursos y poder así, seguir adelante con algo que pueda estar pensado de antemano desde Madrid de cara al sector naval en la Ría de Ferrol. Y es que si no es así y de verdad somos caros, ¿Cómo es posible que Navantia pueda hacer el buque flotel?
El no tener un buque de guerra en construcción significa el no tener nada a donde desviar ningún tipo de partida. Y siendo esa la situación, y teniendo en cuenta que por lo recogido en el artículo nº 7 de los acuerdos del 2004 Navantia tiene que trabajar en condiciones de mercado y además en niveles de rentabilidad, construir el flotel, así, a pelo, es sumamente peligroso y arriesgado.
¿Recuerdan cuanto costó la última fragata, la F-105? Algo más de 800 millones (según ECD defensa) frente a los 430 que costaron cada una de las otras cuatro anteriores. Es decir, una barbaridad. Una enormidad que en ningún caso se justifica con las mejoras  que se dice que se le practicaron a la unidad y que sin embargo, parecen tener cierta vinculación con el arrastre y desvíos de partidas desde el inicio de la construcción de la primera F – 100 hacia la última de ellas.
Esa es la gran debilidad de Navantia Ferrol ahora mismo para afrontar una construcción civil. No tener nada que hacer en el mercado militar que pueda servir de colchón. Y mientras no se solucione esa situación, difícil va a estar el conseguir un contrato civil aunque realmente existan posibilidades para ello.