EL PSOE FERROLANO SE
EQUIVOCA UNA VEZ MÁS
En esta
ciudad y por tal y como está la situación, lo que menos se necesita en estos
momentos es una guerra sin cuartel como la que se está librando en el seno de
la familia socialista ferrolana. Y para opinar sobre esta cuestión, aún siendo
un problema interno de partido, ni es necesario ser militante, ni afiliado, ni
tan siquiera simpatizante. Para poder opinar sobre ese enfrentamiento que se
traen entre manos los socialistas, basta con ser ferrolano. Eso es más que
suficiente porque, quien más pierde en esa batalla, es Ferrol, y Ferrol, somos
todos. Los socialistas y los que no lo son.
La dinámica
en la que entró el PSOE ferrolano lo único que le puede aportar a la ciudad es
más incertidumbre de la que ya tiene, que no es poca. Justo lo que menos se
necesita en estos precisos momentos. La familia socialista ferrolana tiene que
entender, y esto es muy importante, que también está jugando con los intereses
de toda la ciudadanía.
En los
cargos públicos o de partido, los intereses generales de la sociedad deben de
estar siempre por encima de cualquier otra consideración, y en esa línea y si
se quiere respetar tal concepto, la familia socialista ferrolana tiene que
entender que no puede seguir con esa lucha fratricida. Para el buen gobierno de
una ciudad es importante, muy importante, que los partidos representados en la
corporación municipal sean partidos cohesionados, y en la medida en que lo sean,
así adquirirán la firmeza necesaria para ejercer una buena dinámica de gobierno
o de oposición, según en donde se encuentre cada uno en cada momento.
Los
perdedores de esa ridícula batalla no lo van a ser solo los protagonistas de la
misma, Beatriz Sestayo y sus más directos apoyos o Natividad González Laso y
los suyos, ni tan siquiera solo el PSOE, que lo será, sino que lo vamos a ser
toda la sociedad ferrolana. El socialismo ferrolano tiene que poner freno de
inmediato a esa deriva y hacer un ejercicio de reflexión que le lleve a
entender y aceptar, que más allá de todos ellos están la ciudad y sus
ciudadanos.
Ferrol, como
cualquier otra ciudad, necesita a la izquierda de igual forma que a la derecha,
pero unidos y cohesionados dentro, cada uno de ellos lógicamente, de su propio
partido. Y solo así, podrán estar capacitados, unos y otros, para hacer ciudad.
¿Cómo vamos, los ferrolanos, a confiar en personas para que arreglen nuestros
problemas si no son capaces de arreglar
los que tienen en su propia casa?
La
agrupación socialista local lleva más de tres años en conflicto. Desde
Diciembre del 2010 y ante las elecciones municipales de Mayo del 2011, que es cuando
empiezan a sonar los tambores de guerra entre los partidarios del secretario
local Irisarri y la secretaria de Organización Sestayo por la confección de la
lista que concurriría a las mismas. Y desde entonces y hasta hoy, pasando por
el 13 de Enero del 2011 que es cuando esa ruptura se hace efectiva, o por
Diciembre del 2012, cuando se discute la segunda dedicación exclusiva para el
grupo socialista en el ayuntamiento, el PSOE local no sabe lo que es vivir la unidad
que realmente se necesita para desarrollar un buen trabajo a nivel municipal.
Y esto último es muy, muy importante.
Y lo es porque a todos nos va algo en ello. Así que, tanto por el bien del
partido como por el bien de Ferrol, aclárense y pongan fin, de forma inmediata,
a tanta sinrazón.
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